miércoles, 12 de noviembre de 2008

Los anuncios han vuelto

¡Desafía la gravedad! Es capaz de ascender por cualquier pared o incluso por el techo, pero también avanza por el suelo alcanzando velocidades de vértigo. ¿Te vas a quedar sin él? Por si no lo sabíais aún, se trata lo último en coches radio control. No, no es que en este blog ahora nos paguen por hacer publicidad, lo que pasa es que aprovecho esto para hablaros hoy de un tema que nos afecta a todos sin excepción: los anuncios de juguetes.

Sí, lamentablemente sabemos que la Navidad se acerca gracias al Corte Inglés y a los incesantes spots que inundan las televisiones. En los últimos años se ha convertido en costumbre. De hecho creo que si no fuera por estos anuncios y la cantidad de adornos que van apareciendo por las ciudades, no empezaríamos tan pronto a preocuparnos por la llegada de estas fechas tan señaladas. Y es que todos pasamos por esos momentos difíciles de indecisión, en los que no sabemos que regalar y cómo hacerlo. Pero de las conductas incomprensibles que sufrimos las personas en Navidad ya hablaremos más adelante en este blog. Ahora nos centraremos en los anuncios de juguetes y en las trampas mortíferas que nos tienden sin compasión a los adultos.

Así, podemos estar una tarde en casa viendo la Televisión sin hacer daño a nadie cuando, en el momento menos pensado y sin más, la pantalla se llena de anuncios que se suceden unos a otros sin darnos tiempo a reaccionar. Pero nosotros ,ávidos consumidores de televisión, tenemos una gran resistencia a estos constantes ataques. Al principio, cuando nos aparecen los primeros anuncios de los coches radio control o los muñequitos de turno, llegamos a encontrar hasta interesante el producto: “Vaya, eso le gustaría a mi primo”. Cuando llegamos al tercer o cuarto anuncio, que suelen ser los más absurdos, nuestra paciencia empieza a agotarse: “Esta claro que ese ninja no es de verdad, además seguro que ni lanza espadas ni nada”. Los siguientes bloques de anuncios son los más peligrosos, donde empezamos a bajar la guardia: “El perro este que anuncian…se parece demasiado a un juguete, no lo compraría…pero si dicen que obedece las órdenes, que se sienta…incluso te da la pata!”. 

Mucho cuidado aquí, porque cuando ya estamos en la fase tonta nos suelen meter el anuncio más peligroso y letal de la historia de la televisión: los anuncios de muñecas. Que nadie piense ya en las muñecas de Famosa dirigiéndose al portal, no. Las muñecas han evolucionado. En este momento el cielo se nubla, la habitación se oscurece, se para el tiempo y toda la atención se centra en Violeta, la muñeca interactiva de última tecnología. Ya estamos perdidos, no tenemos salvación. Durante las próximas horas inundaran nuestra cabeza frases como ¡Hola mami! ¡Te entiendo y te respondo! ¡Me emociono y expreso mis sentimientos!. Después de esto nos quedamos con cara de tontos y con la sonrisilla típica de estar satisfechos, pensando: “Joder, como se lo curran… ¡quiero una!”. Qué difícil es ser mayor.

david*

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