Hoy me he levantado con una sensación rara en el cuerpo. Había pasado una mala noche, me acosté tarde y comí demasiado. Aun así me puse en pie y tras mirar por la ventana pude contemplar un dia precioso. ¿Por qué el día de Navidad siempre es tan perfecto?. Hace un sol de justicia, no corre nada de viento. La gente sale a la calle, quiero decir, los niños salen a la calle con sus nuevas bicicletas, sus patinetes y los muñecos que Papá Noel ha tenido el gusto de regalarles. Los padres ríen y comprueban satisfechos que sus pequeños, y no tan pequeños, disfrutan de lo lindo. Y luego vas corriendo a ver "si ha caido algo para ti". Me encanta.
Yo, personalmente tenía cosas que hacer (y sigo teniendo). Hoy pensaba adelantar un poco de faena, leer un poco, organizar algunos proyectos...pero me ha sido imposible. Que tendrán estos días que te atrapan de esa manera tan cautivadora. Es increíble, pero tantos años después de "conocer el secreto" sigo disfrutando como un mocoso. Soy feliz, irremediablemente. Disfruto de las pequeñas cosas y no me preocupo por lo preocupante. Es peligroso, lo sé, pero es lo que tiene la Navidad.
Creo que es el único momento en el que todos volvemos a ser niños otra vez. Ahora da igual la crisis, los exámenes y todo lo demás; salimos a la calle y nos recorremos las tiendas en busca de esos regalos que guardaremos con recelo durante tantos días. El acto de regalar merece la pena. Desde nuncaherotounplato os invitamos a disfrutar y aprovechar al máximo estos días. Siempre hay tiempo para todo, y esta mágica época dura muy poco. Así que...ya sabeis.
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